Jacinta Peralta, novela de Ramón Amaya,
relata la historia y lucha de la protagonista contra las dificultades de su
época, presentando así, una crítica social hacia el sexismo y misoginia que,
desgraciadamente, no han sido erradicados hasta el día de hoy.
El autor desde sus ojos, expresa una clase
de feminismo con nuestra protagonista. Jacinta es una mujer con un gran
espíritu de lucha, que no se da por vencida ante las adversidades y las
dificultades que la vida le va poniendo en el camino.
Demuestra que su trabajo no afecta el
valor que tiene como persona, y alienta al resto de trabajadores a rebelarse
ante el régimen que los oprime. Aboga por sus derechos, y rechaza el poder
injusto que mantienen las personas de clases sociales más altas. Ramón, con
esas descripciones y acciones, demuestra el valor de la mujer hondureña a
través de la perspectiva de Jacinta.
Así mismo, con el mismo mensaje en mente,
la acompañamos mientras navega su propia vida romántica y todos los problemas
que se le van presentando, las mentiras y los malos tratos, los peligros y
trabas que sufre por el simple hecho de haber nacido como mujer. Tiene que
lidiar con todo lo que conlleva su experiencia trabajando en la prostitución,
el estigma y los abusos que hay, y las consecuencias que le trae a sus propias
relaciones. Aun así, ella se sigue viendo fuerte ante todo aquello.
Es una novela que definitivamente te toca
el corazón, y es fácil empatizar con Jacinta y todas sus tragedias. Te permite
ver el mundo a través de sus ojos, y enterarte de problemáticas que, tal vez
antes no se te habían cruzado por la mente. Nuestro autor gracias a su escritura,
transporta al lector hacia nuestras raíces de Honduras, llegando a ver la
pobreza, problemas y desgracias de aquella época sobretodo en la población
femenina.
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